El único lugar que se puede habitar en paz porque abunda el silencio se llama cementerio; la casa de la muerte.
Ricardo Auguste
Ricardo Auguste presenta su éxtasis en un espejo de formas híbridas.
Ricardo Auguste, de nuevo, empuña su pluma, sofocando versos y verbos, deslizando sus manos en un espejo para capturar el tiempo. Ante él se despliega un callejón, un callejón que puede llevar a los lectores a un mundo no inocente, donde él acaricia el silencio, su sensual espejo, la moralidad, el miedo, sus intimidades y el dolor.
Aquellos que lo conocían lo comprenderán aún más profundamente a través de este texto híbrido
La caída más fuerte
¿Decide Ricardo hacerse caso? ¿Por qué no rompió el espejo cuando decidió escuchar lo que se suponía que era su verdadera voz, la voz sana? Hay tantas preguntas que hacer; el escritor nos deja sedientos en cada fragmento y rincón de las oraciones.
¿Por qué hay tantas restricciones? Cuando el escritor dice: «El árbol está arrancado de raíz, su tronco no es más que una ilusión, una imagen borrosa… La flor ha caído…», ¿a qué se refiere?
Monólogo híbrido Es para digerir
Es un texto para digerir con moderación, con mucho cuidado, como siempre; el poeta demuestra su madurez poética a través de esta salvaje obra.
«No le queda más que domar su espejo. Lanzarse al reflejo de su imagen; en la gran cuenca azul de su alma.»