Hay heridas que no se ven, pero que pesan en el alma. Perder a una madre es como quedarse sin brújula en medio del mar: todo parece igual, pero nada vuelve a ser lo mismo. El mundo sigue girando, la gente sigue hablando, la vida continúa… pero dentro de nosotros, el tiempo se detiene. Cada recuerdo se convierte en un refugio, cada fotografía en un abrazo que ya no sentimos, y cada palabra que quedó sin decir se transforma en un suspiro que se escapa cuando menos lo esperamos. Este artículo no es solo una recopilación de poemas. Es un lugar para sanar, un espacio para quienes aún sienten la voz de mamá en el viento, para quienes cierran los ojos y la buscan entre las estrellas. Aquí encontrarás versos originales y llenos de amor, creados para honrar su memoria, para sostener tu corazón cuando las palabras parecen insuficientes.

Poema para mamá fallecida: versos para recordarla siempre

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