Villa Aurora revive su antigua estación con un ritual ciudadano de las 9:15
Vecinos, artistas y familias se reúnen cada mañana en el andén en memoria de Antonia, histórica vecina del barrio. La estación —sin trenes desde hace años— vuelve a llenarse de música, pan y dibujos infantiles.
Villa Aurora (Chile), 25 de septiembre de 2025
La estación de Villa Aurora llevaba años en silencio: rieles oxidados, bancos rotos y palomas puntuales. Hoy, a las 9:15, el andén volvió a llenarse. Un grupo de vecinos encendió nuevamente la costumbre que inició Antonia, vecina de 82 años fallecida este mes, quien cada mañana llegaba con su café con canela para “esperar” un tren que ya no pasaba.
“Nos seguimos juntando porque aquí aprendimos a esperar juntos”, cuenta Luca, joven guitarrista que comenzó a tocar en el andén después de coincidir varias veces con Antonia. “Ella decía que a esa hora el barrio tenía la misma paciencia que la vía.”
La rutina simple —música, pan caliente, un tablero de ajedrez y tizas de colores— convirtió el abandono en punto de encuentro. Mariela, panadera de la esquina, resume el ánimo del grupo: “Traigo medialunas tibias; el resto lo pone la gente: tiempo, historias, abrazos”.
Tras el fallecimiento de Antonia, su familia entregó a los vecinos una breve carta de agradecimiento. Desde entonces, a la hora señalada, alguien deja una taza vacía en el banco de madera como gesto simbólico. Las personas se acercan, comparten recuerdos y, de paso, piensan en el futuro del espacio.
El andén ya muestra señales de mejora: voluntarios han limpiado malezas y reparado listones. La comunidad evalúa organizar un calendario de actividades culturales a las 9:15 —lecturas, música y talleres para niñas y niños— mientras gestiona con las autoridades el arreglo integral del sitio.
“Quizá el tren no vuelva”, dice Luca. “Pero sí volvió algo que necesitábamos: encontrarnos”.
